Mesas redondas celebradas en Gran Canaria, en la edición número 17 del ANIMAYO Summit, Conference and International Film Festival of Animation, Visual Effects and Video Games. Encuentro internacional anual, que se celebra en diversas ciudades como Los Angeles, Madrid, Barcelona, Chicago. Mumbai o Bruselas.

En mayo de 2022, La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood ha concedido a Animayo una segunda distinción. Animayo alcanza un nuevo hito calificando en dos categorías a la preselección de los Premios Óscar®️. Esto significa que si ya era el primer y único Festival de animación en España en calificar a los Premios Óscar®️ para la categoría de cortometrajes de animación internacional, ahora es también el único Festival de su categoría que califica a la mejor obra de animación en el idioma español «animación con Ñ», por lo que los países que tienen el español como lengua oficial podrán optar al Premio.

Animayo nace en 2006 en España, dirigido por el director y productor español Damián Perea. El festival es, actualmente, un referente en el campo de la animación, con 17 años de posicionamiento. Es un evento inspiracional y motivacional, con un 75% de contenidos formativos destinados a potenciar el desarrollo creativo y la producción audiovisual.

Con formatos, presencial y online desarrolla acciones en el ámbito de la animación, los efectos visuales, la realidad virtual, los videojuegos y las nuevas tecnologías audiovisuales. Desde Gran Canaria (España), extiende su programación a otras ciudades y países, en su versión “Animayo Itinerante”, desarrollado en Los Ángeles, Madrid, Barcelona, Lanzarote, Portugal, República Checa, Bruselas, Chicago, Mumbai, Praga, Colombia, Belgrado o Korea.

Participamos en dos Mesas Redondas donde planteamos «CUESTIONES ÉTICAS Y MORALES SOBRE EL METAVERSO Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL», celebradas el viernes 6 y el sábado 7 de mayo en el Centro Cultural Cicca de Las Palmas de Gran Canaria. Junto a Carlos Santana, divulgador en Inteligencia Artificial con su Canal DOTcsv, con más de 583.000 suscriptores, Luis Labrador de Disney e Isidro Quintana de Triple-O games entre otros.

La primera mesa, celebrada el viernes, trató como tema principal la Ética en el Metaverso, la nueva fase evolutiva de Internet, que permite adentrarnos en mundos virtuales donde podemos tener nuevas identidades para vivir una vida alternativa a la real. El  debate tuvo muchas planteamientos diferentes, desde la honestidad de nuestras relaciones personales o profesionales a los efectos psicológicos de quienes no quieren verse como les muestran los avatares, o la creación de nuevos modelos y estándares de belleza digital de efectos imprevisibles.

Y de aquí, surgen muchas preguntas, entre ellas, ¿cuáles son los límites entre lo real y lo virtual? ¿Qué identidad será la real, la que mostremos en el mundo físico o en el mundo virtual? ¿Cómo conviven estas identidades? ¿Qué suponen estos nuevos mundos a la hora de crear para los artistas y animadores 3D?.

Pedro Mujica actuó como moderador de esta primera mesa, Tecnólogo Humanista e impulsor del Proyecto IANética, defendió que aunque el Metaverso puede ser una de las grandes revoluciones de la Humanidad es necesario que se ponga al servicio de las personas y no solo al del beneficio de las corporaciones.

Es un nuevo mundo donde ampliamos la realidad y la desafiamos, y donde los datos son parte fundamental del ambicioso objetivo de la construcción del Metaverso. Por tanto, tenemos que responsabilizar a las grandes tecnológicas para que pongan en valor la transparencia y el uso ético de estos datos que se recopilan. Ayudando a construir pautas en torno a la privacidad, la ética y la seguridad para esta nueva realidad emergente.

La segunda mesa de debate, trató sobre la Inteligencia Artificial (IA) y hablamos sobre lo mucho que está facilitando el trabajo colaborativo a distancia, el trabajo remoto, el entretenimiento, el aprendizaje online, etc. Pero en 2022, lo verdaderamente importante alrededor de la aplicación de esta tecnología tiene que ver con la ética que manifiestan los humanos que la diseñan.

En este año vimos un crecimiento acelerado de aplicaciones prácticas de inteligencia artificial, impulsadas por una mayor disponibilidad de datos, poder de cómputo y un mercado que comienza a ver beneficios de su aplicación. Con la expansión de estas aplicaciones surgen dilemas éticos: ¿qué sesgos tienen los datos con los que entrenamos los modelos? ¿Se está utilizando para ayudar a las personas? ¿Se está abusando del poder que representa esta herramienta? En 2022, cuando hablemos de diseñar aplicaciones que incluyan inteligencia artificial, no pueden quedar fuera los cuestionamientos éticos. Es un tema fundamental.

En este debate Pedro Mujica recordó los seis puntos más importantes a tener en cuenta en el desarrollo y el uso de la inteligencia artifical desde un enfoque ético y tecnohumanista: El primero es la prudencia, la necesidad de ser conscientes de que todavía queda por resolver un gran número de obstáculos científicos y técnicos, en particular el problema del sentido común. El segundo hace referencia a la fiabilidad, esto es, que los sistemas de inteligencia artificial deben someterse a pruebas que determinen su fiabilidad y seguridad. Otro aspecto es la rendición de cuentas, cuando un sistema toma decisiones, las personas afectadas por ellas tienen que poder recibir, en unos términos de lenguaje que entiendan, una explicación de por qué las ha tomado, y tienen que poder cuestionarlas con argumentos razonados.

Se apunta también al criterio de responsabilidad, debe quedar claro si la interacción se hace con una persona o con un sistema de inteligencia artificial, y, en el segundo caso, debe poderse localizar e identificar a los responsables de él. Otra cuestión es la autonomía limitada de estos sistemas. Se necesita disponer de reglas claras que limiten el comportamiento de los sistemas de inteligencia artificial autónomos para que los encargados de desarrollarlos puedan incorporarlos en sus aplicaciones. Y, por último, debe quedar claro el papel que desempeña el ser humanoEn casi cualquier área, la capacidad humana todavía supera con creces la inteligencia artificial, especialmente en el tratamiento de casos que no han aparecido en los conjuntos de datos de ejemplo de los que aprenden los sistemas de inteligencia artificial

De esta forma, el debate concluyó que lo más importante para un desarrollo y uso adecuados de la inteligencia artificial es la ética, y sobre todo la consciencia que demuestren tener los decisores responsables que marcarán el camino a seguir en esta crucial e histórica década.