Por segunda vez en dos años, el empresario y multimillonario Elon Musk se sentó con el podcaster Joe Rogan para charlar sobre el futuro de la IA y su papel en la simbiosis del hombre y la máquina. En su conversación, Musk reveló que Neuralink, la empresa que ha cofundado para lograr alcanzar una interacción efectiva entre el cerebro y la máquina, está muy cerca de comenzar las pruebas con personas reales.

«No estamos probando con personas todavía, pero no será por mucho tiempo», dijo Musk a Rogan. «Seremos capaces de implantar un enlace neuronal en una persona, en menos de un año, creo.» Esta declaración la ha hecho recientemente, por lo que quizás 2020 sea el año de la puesta en marcha de una interfaz cerebro-máquina verdaderamente funcional y poderosa. «Incluso en un escenario benigno, la IA nos está dejando atrás», dijo Musk. «Por lo tanto, ¿cómo vamos a quedarnos al margen la nueva Era de la Inteligencia Artificial? Si no puedes vencerla, hibrídate con ella

«Ya somos Cyborgs en cierta manera», dijo Musk a Rogan. «Tienes tu smartphone, tu portátil… Si pierdes tu smartphone, llegas a padecer incluso el síndrome del miembro perdido.» Nuestra dependencia de la Tecnología va en aumento, y sobre todo en el nuevo mundo que viene, tendremos una dependencia absoluta respecto a la Tecnología Definitiva, la Inteligencia Artificial.

Los primeros Cyborgs del mundo: La próxima fase evolutiva de la humanidad está aquí

En una pequeña y oscura sala de experimentos, Bill, un tetrapléjico en silla de ruedas, mira fijamente un brazo simulado en la pantalla de un ordenador. Dos cables con forma de tentáculos sobresalen de su cráneo y se enganchan a una computadora cercana, que envía mensajes a los electrodos implantados en su brazo y mano. Si el experimento tiene éxito, Bill volverá a mover sus miembros. Esta primera escena del recién estrenado documental del Futurismo «I AM HUMAN» prepara el escenario para las revelaciones que vendrán. Con esta tecnología, Bill puede algún día ser capaz de mover otras cosas con sus señales cerebrales. Hablamos de telequinesis, hablamos de interacción Humano-Maquina a través del Pensamiento.

Aunque Bill no se parece a los Cyborgs que estamos acostumbrados a ver, la imagen es igual de convincente, y representa un fenómeno del mundo real mucho más grande. De hecho, Bill es uno de los muchos pioneros de la primera ola que marcó el comienzo de una revolución biotecnológica. Actualmente, más de 200.000 personas en el mundo tienen bioimplantada Tecnología Digital en sus cerebros.

Los tecnólogos, científicos, inversores, filósofos y éticos tienen un gran debate por delante. Mientras que «I AM HUMAN» reconoce las preocupaciones sobre «jugar a ser Dios», desafía las narrativas impulsadas por el miedo que rodean a la evolución de la Máquina-Humana con un optimismo inquebrantable, basado en las historias de la vida real de personas que pueden beneficiarse directamente de estos avances.

Los Bioimplantes cerebrales» de Google podrían hacer que el aprendizaje sea obsoleto en 20 años.

Posiblemente dentro de 20 años podríamos tener implantes cerebrales que nos permitan aprender todo. No necesitariamos memorizar nada ni habría necesidad de buscar nada en Google, ya que las respuestas simplemente aparecerían en nuestra mente. Sin hacer un sonido o escribir nada, solo con el pensamiento, podremos preguntarnos algo como ‘Cuándo acabó la Guerra de Vietnam?’ o ‘Ve contándome despacio la vida de Aristóteles’ e instantáneamente oiremos la respuesta del bioimplante modular de Inteligencia Artificial y podremos irlo repitiendo con nuestra voz.

Este acceso sin precedente a todo el conocimiento almacenado en Internet, junto a la HiperConectividad y las velocidades 5G, suponen una nueva relación a tiempo real con lo que sabemos y podemos saber inmediatamente. Pero no solo conocimiento histórico, sino cualquier información que haya almacenada en la Red, la memorización y el aprendizaje cambiarán para siempre. Pero esto sol oocurrirá si nos hibridamos, por lo que casi se convertirá en una obligación para poder vivir en la Nueva Sociedad que nos espera.

Ante estos escenarios que ya están muy cerca, la cuestión no es si nos Bioimplantaremos con Neuralink o cualquier otra corporación como Google Brain Implants, si nos convertiermos en Humanos Aumentados o Cyborgs PostHUmanos, hibridados con un sistema de Inteligencia Artificial adaptada a nuestro cerebro.

La verdadera cuestión es si tendremos una salvaguarda para solo usar esta BioTecnología cuando sea necesaria, y cuando no, recuperar nuestra verdadera naturaleza humana. Este derecho fundamental es al que llamamos «Derecho a la Desconexión», y debería permitirnos apagar toda la Tecnología existente en 2 kilometros a la redonda como mínimo, incluida la que hubiese en nuestro propio cuerpo.